La Medicina para el Envejecimiento Saludable puede empezar a aplicarse a partir de los 35-40 años. Hasta ese momento es raro que se padezcan las enfermedades relacionadas con el proceso de envejecimiento, pero es a partir de entonces cuando las curvas de incidencia de estas enfermedades se disparan.
Para empezar un programa de Medicina para el Envejecimiento Saludable. Si bien la edad media de los pacientes de las clínicas más afamadas de Age Management Medicine está en torno a los 50 años, esto no quiere decir que exista una edad a partir de la cual no merezca la pena iniciar un programa de envejecimiento saludable. Siempre se podrá mejorar la calidad de vida, posponer la aparición de enfermedades o ralentizar el avance de éstas. Mis pacientes se encuentran entre la década de los 30 y los 80 años.
Muchas personas piensan que esta es una medicina para gente sana y superdeportista, pero no es así. Cualquier persona ya sea atlética o sedentaria, esté delgada o sea obesa, fume o no, no tenga ninguna enfermedad o esté diagnosticada y tratada de algo, podrá beneficiarse de mejorar sus estilos de vida y optimizar sus biomarcadores.
El porcentaje de mujeres y hombres que acuden a las grandes clínicas de Age Management Medicine en EEUU es equilibrado en torno al 50%, con pequeñas variaciones según la especialidad originaria del doctor y la orientación de la clínica. En mi experiencia se cumple este 50%.
Los protocolos de prevención son similares para las mujeres y los hombres con algunas diferencias evidentes a la hora de analizar biomarcadores y abordar el programa. En el caso de las enfermedades cardiovasculares, neurodegenerativas y diabetes los protocolos son casi idénticos en ambos sexos. La prevención del cáncer en las mujeres se focaliza en la patología ginecológica y en el hombre en la próstata, siendo la prevención del cáncer de colon y pulmón igual para ellas y para ellos. En cuanto a las enfermedades del aparato locomotor si bien la incidencia de la osteoporosis es superior en las mujeres, su prevención no debe obviarse en los hombres. La artrosis y la sarcopenia afecta a ambos sexos.
Cambios morfológicos-antropométricos
Cambios en el aspecto e imagen corporal
Cambios en las capacidades físicas:
Cambios de las capacidades neurocognitivas:
Cambios en el estado de ánimo:
Cambios en el sueño:
Cambios en la función sexual:
Cambios en el estado general de bienestar: